sábado, 15 de septiembre de 2012

Luto rojo de mi



y qué si me vienen a dar entre los muslos, suave
y en el corazón, suave                                                                 y entre los pechos, suave
¿y qué?
recójanme, cójanme                                                                                 ¡dénmela suave!
si me he puesto de negro para salir de este infierno a lo orfeo (orfeísticamente)
en las puntas llevo el diablo                                                      en las puntas y en los filos

yo quiero que me la den                                                                                             y ya
que me escupan                                                                                                          y ya
que me aborrezcan                                                                                                     y ya
(todo junto y a la vez, no en gotitas)
porque sino el problema es que
me la voy a dar yo                       y me voy a insultar yo                 y me voy a golpear yo
¡ay! y ahí los quiero ver, porque eso es lo tremendo, lo que come la conciencia
                                                y la deja picada en papelitos
puesto que no me voy a insultar sólo de palabra
ni me las voy a dar sólo de palabra                    ni me voy a golpear sólo con las palabras
(¡bendita de mi! ¡adorada de mi! si así fuera
¡feliz desangrarse por las palabras! ¡feliz deshonrarme por las palabras!)
pero no
¿qué me importa a mi el lenguaje?
mucho me importa, demasiado, más de lo que finjo
por el lenguaje me justifico, me redimo
y entonces
por fuera de él (a escondidas de él pero por culpa de él)                                   me lastimo
-no sé si esto es cierto o lo finjo para no acabar todavía el texto-
porque yo ante todo soy una mujer consistente  (¿soy una mujer, dónde está mi pubis?
                                                                       dónde mis dos tetas?  dónde mi vagina?)
claro que a mi manera pero lo que siempre he buscado sin poder nunca enunciar es esto:

(lo que yo entiendo por consistente)

¡infeliz del lenguaje! castillito, bombachita rosa, nube
hace rato ya que comprendí que van por lados diferentes
las palabras                                                                                                        y el mundo

que el lenguaje crea mundo (heidegger)
que las palabras y las cosas se corresponden (wittgenstein)

¡puff! pura charlatanería, compran esas teorías (¿quiénes?) como quien compra bananas para no asfixiarse                                                                 para que no los chupe la nada
pero el mundo, el mundo sin ser bicho hace lo que se le canta
-y tampoco es caos la palabra correcta-
las palabras nunca son correctas
nos han enseñado que el olor a mierda es feo                                                 ¿y a mi qué?
que me lleven en camilla                                             (o mejor no, esto lo deseaba antes)
que me lleven entre vasos, reborracha
pero que me lleven, que me saquen de mi                                                 y que no vuelva
que no vuelva a esta zona de paragolpes existenciales
(no se qué son pero suena bien)
estoy con
las valijas echas sentada en el umbral de mi esperando que vengan en taxi
                                                                                                                      a rescatarme

hice un pacto con el diablo (no se bien cuál fue)
ahora quiero despactar: ¡devolveme mi alma! (y algún principio en lo posible)
-exegetas digan que uso “principio” en el sentido de norma moral y no en el sentido de comienzo, aunque también podría pensarse en este segundo sentido-
¡qué agrandada!¡ pienso que voy a tener exegetas!
¿pero quién va a leer esto?                                                   si es por lástima, ¡no me lean!
                                                                                               si es por cariño, ¡menos!
léanme si es que les estoy diciendo algo del mundo
 (pero si acabás de decir que el lenguaje nada tiene que ver con el mundo, también dijiste que eras una mujer consistente – y entiendan por consistente coherente-)

entonces léanme
si los curo de algo            o los consuelo de algo        o los legitimo ante sus conciencias                                       - ese es el problema con tanta literatura junta cariño, que legitima cualquier violencia, cualquier mierdita,  en favor de la estética-

mecánica de anulación:
-dialéctica supliciante según A.P.-
esto adquiriría valor si por ejemplo me suicidara
máxima consistencia:
me mato previa elaboración teórica al respecto, confirmo tesis psicoanalíticas
(etc., etc., etc.)

PARA QUE ME LEAN TENGO QUE MATARME

segunda opción:
si yo quiero ver que sucede con esto (este texto)
tengo que estar viva
el problema es que lo que escribo me muestra demasiado idiota  y fea y egoísta
(tendría que hacerme otra que observe con lástima o desprecio a esta que escribe ahora, tendría que hacerme una mascarita, pero si fuese esa otra no querría que esto fuera leído)
y así y así
probablemente a mis parientes y a mis amigos se les frunzan las nalgas al leerme
¿y cómo lidiar con eso?
ya nadie se come el cuento de que esto sólo es poesía                                          o ficción
                                                                                   o que es arte y con el arte ya se sabe
y nadie se lo cree porque es mentira y porque sufro y porque tengo mis días, eso se nota
 qué sentido tendría escribir si todo esto fuera arte por el arte nada más
 ¡sépanlo!: me masturbo                  y cuando los saludo también los saludan mis diablos
                              y a pesar de todo creo que tengo algo bueno por hacer en este mundo
                                                  y una enorme esperanza al fondo     
-nada de lo que he dicho es grave, se debería poder decir con total naturalidad y ya,
digo que a veces deberíamos poder ser un poco malos, destilarlo y ya está-
dicotomías: bueno-malo                                                                        correcto-incorrecto  
¿y a mi qué?
hay peores formas de sufrimiento
nada sino esto:
mi ansiedad mi nada mi blasfemia
¡hereje!
¡insulsa!
¡desagradecida!
¡mentirosa!
¡boluda!
¿y a mi qué?
si no hubiera palabras no habría conciencia
solamente neuronas nadando en líquidos cerebrales haciendo de las suyas
¿y a mi qué?
no me estoy justificando
mucho menos psicoanalizándome
ni hablar de buscando una respuesta
solamente paso el rato
en el fondo hay un orgullo irremediable de mi prosa
ay nena! estás perdida para las buenas normas y los carriles derechos (me digo)
-hago todo para estarlo (me respondo)
hay más premeditación de lo que parece en esta rebeldía  ¿o sólo me estoy consolando?
loca de mi, abúrrida de mi, masturbadora de mi, engreída de mi
jodida mi
mismiseante
mizmizeante
mismeadora
mí-mí
y sus infinitas variantes psicoanalíticas
( no tengo idea qué digo cuando digo psicoanalítico)
rojo de mi
alguna vez hay que saltarse
darle cuerda al reloj
dejar de comer vidrio                                                                                           alegrarse
hipocondríaca de mi
¡hip hip! 1, 2, 3  y ¡mi!
¡hurra por mi!
¡bravo de mi!
lo que mejor he hecho en el último tiempo es pintarme las uñas rojas (superficie de mi)
acaso perezca de mi
reconciliación de mi
-escribo con dos o tres pelos rojos locos que conseguí arrancarme (de mi)-
pobre de mi                           
(no es de pobres tener pena, sollozar junto a la tumba, dice vallejo)
pero yo no soy pobre
y en mis condiciones mullidas de existencia tengo pena
una auténtica pena del mi
hay que llevarse en brazos a otro lado
 o cambiar de piel                                         o cambiarse de lugar las piernas y los brazos
-hacer algo-
todos los que escriben tienen complejo de no hacer, no están muy seguros de que lo que escriban tenga sentido hasta que no provocan una revolución, es decir un hecho, lo que tiene valor es el hecho, un hecho se parece a un nudo de acciones, a mucha gente amontonada moviendo las manos y los pies

la escritura es una sala de espera
un ejercicio hasta que llegue algo mejor
¿hasta que llegue? ¡salga a buscarlo señorita!
es que yo quisiera ser un hueso
primero ser o sentirme (con sentirme bastaría creo) un hueso y luego salir a buscarlo

vaga vaga vaga                                                                              floja de músculo, laxa

a veces me pregunto si no estoy exportando un sufrimiento ajeno, digo qué sería de estos renglones si no hubiera leído a alejandra, a dostoievski, a arlt, a pessoa, a cortázar, a vallejo y para comprenderlos hubiese asimilado su tristeza                                                       de estas hojas no sería nada                                                                               ¡ni palabra!
porque la literatura es menos inocente de lo que se creenos prescribe, legitima la maldad, nos autoriza, pura risa que hay ficción, es mentira, no existe la objetividad:
una vez que la herida ha sido nombrada y señalada no va a dejar de sangrar
hasta que le echen un ejército de sanguijuelas encima

mierda mi soledad, mierda mi hastío, mierda esta tinta verde nauseosa con que escribo
desresponsabilizarme de mi
(este es mi anhelo)
ya sé, no me digan, mal anhelo
la solidaridad me da calambre
(y se que peco al decir esto)
quisiera cinco hermanos y un novio
entonces entendería esa palabra: solidario
me animaría a estar con los otros sin pedir disculpas por hastiarme de estar sola

niña del hueso florido                                                           escombros de lo que has sido
¡todos mis diablos los saludan cuando los saludo!
señores:
pasen y vean bajo mi sangre
es un placer invitarlos
es gratis
es lo único que me queda para mostrar
poder mirar                                       poder decir                                      poder pensar(ce)
-yo siempre me tengo que despertar del lado derecho (dijo alguien)
- suficiente con que despierte y gracias, despertar ya es mucho (dije yo)
niña del hueso florido
penas de lo que has sido
¡me masturbo!
pasen señores pasen y vean:
mi corazón ligero
mi soledad y mi anhelo
yo lamiendo sola mi deseo
me (te) busco
en cualquier lado me (te) busco
rascando las paredes me (te) busco
al fondo de los inodoros
de mi mirada me (te) busco
heme aquí eyaculando palabras sobre mi tristeza para multiplicarla heme
con la perra esperanza que rebotando contra las paredes se agranda
con un ladrillo en la panza heme
de humo plena
de imposibilidades plagada
heme
infame, briosa, macha
(¡pónganle rejas a esta búsqueda, a esta espera infinita, a esta nostalgia!)
rojimacilento                                  inclítoris
                                                                                                                presiento
rojimacilento
los otros vienen de visita a la tristeza
                                                       yo la habito
cada vez que toco lo mismo toco
  los límites                                                                                    lo triste tenebroso
niña echa de huesos florecidos
¿qué harás con lo que has sido?
hay una enorme esperanza al fondo
pase adorado público (se mira pero no se toca):
nalgas frías
corazón desnudo
animales saltándome a los ojos
-¿¡ pero no ven que todo es triste, triste, terriblemente triste, no ven que puede tocarse con el dedo la tristeza, tan palpable, material!? (digo yo)
-claro que tocamos la tristeza, todo el tiempo o casi siempre, no por eso vamos a dejar de cantar (me responden)
(es la mecánica del canto, a pesar mio
ha de aplicarse de inmediato, a pesar mío)
¡ay! yo quisiera saltarme
ser otra                                                                                 huir de estos perros cerebrales
ya no más ya no más ya no más

poder mirar(se)                                  poder decir(se)                              poder pensar(se)
-lo que se anhela-
ancas de rana para poder saltarse
-también se anhela-
sino muerta, excitada
–lo que soy-

¡ay! híbrida tristeza
desencanto adorado
ya no pacto con vos no pacto

al final:
habrá que hacerse invisible               o destruirla                                  o va a desaparecer
(pero de cualquier forma es preciso atravesar la pared)

1 comentario:

  1. Tremendísimo... sin querer golpea mi nariz el olor a lavandina de una sala de psicopatología, y su tremendo remate
    "El lenguaje
    -yo no puedo más,
    alma mía, pequeña inexistente,
    decidíte;
    te la picás o te quedás,
    pero no me toques así,
    con pavura, con confusión,
    o te vas o te la picás,
    yo, por mi parte, no puedo más".

    ResponderEliminar