y qué si me vienen a
dar entre los muslos, suave
y en el corazón,
suave
y entre los pechos, suave
¿y qué?
recójanme, cójanme
¡dénmela
suave!
si me he puesto de
negro para salir de este infierno a lo orfeo (orfeísticamente)
en las puntas llevo
el diablo
en las puntas y en los filos
yo quiero que me la
den
y ya
que me escupan y
ya
que me aborrezcan y
ya
(todo junto y a la vez, no en gotitas)
porque sino el
problema es que
me la voy a dar yo y me voy a insultar yo y me voy a golpear yo
¡ay! y ahí los quiero
ver, porque eso es lo tremendo, lo que come la conciencia
y la deja picada en papelitos
puesto que no me voy
a insultar sólo de palabra
ni me las voy a dar
sólo de palabra ni me
voy a golpear sólo con las palabras
(¡bendita de mi! ¡adorada
de mi! si así fuera
¡feliz desangrarse
por las palabras! ¡feliz deshonrarme por las palabras!)
pero no
¿qué me importa a mi
el lenguaje?
mucho me importa,
demasiado, más de lo que finjo
por el lenguaje me
justifico, me redimo
y entonces
por fuera de él (a
escondidas de él pero por culpa de él) me lastimo
-no sé si esto es cierto o lo finjo para no acabar todavía el texto-
porque yo ante todo
soy una mujer consistente (¿soy una
mujer, dónde está mi pubis?
dónde mis dos tetas? dónde mi vagina?)
claro que a mi manera
pero lo que siempre he buscado sin poder nunca enunciar es esto:
(lo que yo entiendo por consistente)
¡infeliz del lenguaje! castillito, bombachita rosa, nube
hace rato ya que
comprendí que van por lados diferentes
las palabras
y el mundo
que el lenguaje crea
mundo (heidegger)
que las palabras y
las cosas se corresponden (wittgenstein)
¡puff! pura
charlatanería, compran esas teorías (¿quiénes?) como quien compra bananas para
no asfixiarse para
que no los chupe la nada
pero el mundo, el
mundo sin ser bicho hace lo que se le canta
-y tampoco es caos la palabra correcta-
las palabras nunca
son correctas
nos han enseñado que
el olor a mierda es feo
¿y a mi qué?
que me lleven en
camilla (o
mejor no, esto lo deseaba antes)
que me lleven entre
vasos, reborracha
pero que me lleven,
que me saquen de mi y que no vuelva
que no vuelva a esta zona de paragolpes existenciales
(no se qué son pero suena bien)
estoy con
las valijas echas
sentada en el umbral de mi esperando que vengan en taxi
a rescatarme
hice un pacto con el
diablo (no se bien cuál fue)
ahora quiero
despactar: ¡devolveme mi alma! (y algún principio en lo posible)
-exegetas digan que
uso “principio” en el sentido de norma moral y no en el sentido de comienzo,
aunque también podría pensarse en este segundo sentido-
¡qué agrandada!¡
pienso que voy a tener exegetas!
¿pero quién va a leer
esto?
si es por lástima, ¡no me lean!
si es por cariño, ¡menos!
léanme si es que les
estoy diciendo algo del mundo
(pero si acabás de decir que el lenguaje nada
tiene que ver con el mundo, también dijiste que eras una mujer consistente – y
entiendan por consistente coherente-)
entonces léanme
si los curo de algo o los consuelo de algo o
los legitimo ante sus conciencias - ese es el problema con tanta literatura
junta cariño, que legitima cualquier violencia, cualquier mierdita, en favor de la estética-
mecánica de anulación:
-dialéctica supliciante según A.P.-
esto adquiriría valor si por ejemplo me suicidara
máxima consistencia:
me mato previa elaboración teórica al respecto, confirmo tesis
psicoanalíticas
(etc., etc., etc.)
PARA QUE ME LEAN TENGO QUE MATARME
segunda opción:
si yo quiero ver que sucede con esto (este texto)
tengo que estar viva
el problema es que lo
que escribo me muestra demasiado idiota
y fea y egoísta
(tendría que hacerme otra que observe con lástima o desprecio a esta
que escribe ahora, tendría que hacerme una mascarita, pero si fuese esa otra no
querría que esto fuera leído)
y así y así
probablemente a mis
parientes y a mis amigos se les frunzan las nalgas al leerme
¿y cómo lidiar con
eso?
ya nadie se come el
cuento de que esto sólo es poesía o ficción
o que es arte y con el arte ya se sabe
y nadie se lo cree
porque es mentira y porque sufro y porque tengo mis días, eso se nota
qué sentido tendría escribir si todo esto
fuera arte por el arte nada más
¡sépanlo!: me masturbo y
cuando los saludo también los saludan mis diablos
y a pesar de todo creo que tengo algo bueno por
hacer en este mundo
y una enorme esperanza al fondo
-nada de lo que he dicho es grave, se debería poder decir con total
naturalidad y ya,
digo que a veces deberíamos poder ser un poco malos, destilarlo y ya
está-
dicotomías:
bueno-malo
correcto-incorrecto
¿y a mi qué?
hay peores formas de sufrimiento
nada sino esto:
mi ansiedad mi nada mi blasfemia
¡hereje!
¡insulsa!
¡desagradecida!
¡mentirosa!
¡boluda!
¿y a mi qué?
si no hubiera
palabras no habría conciencia
solamente neuronas
nadando en líquidos cerebrales haciendo de las suyas
¿y a mi qué?
no me estoy
justificando
mucho menos
psicoanalizándome
ni hablar de buscando
una respuesta
solamente paso el
rato
en el fondo hay un orgullo irremediable de mi prosa
-¡ay nena! estás perdida para las
buenas normas y los carriles derechos (me digo)
-hago todo para
estarlo (me respondo)
hay más premeditación
de lo que parece en esta rebeldía ¿o
sólo me estoy consolando?
loca de mi, abúrrida de mi, masturbadora de mi, engreída de mi
jodida mi
mismiseante
mizmizeante
mismeadora
mí-mí
y sus infinitas variantes psicoanalíticas
( no tengo idea qué digo cuando digo psicoanalítico)
rojo de mi
alguna vez hay que saltarse
darle cuerda al reloj
dejar de comer vidrio alegrarse
hipocondríaca de mi
¡hip hip! 1, 2, 3 y ¡mi!
¡hurra por mi!
¡bravo de mi!
lo que mejor he hecho en el último tiempo es pintarme las uñas rojas
(superficie de mi)
acaso perezca de mi
reconciliación de mi
-escribo con dos o tres pelos rojos locos que conseguí arrancarme (de
mi)-
pobre de mi
(no es de pobres tener pena, sollozar junto a la tumba, dice vallejo)
pero yo no soy pobre
y en mis condiciones
mullidas de existencia tengo pena
una auténtica pena
del mi
hay que llevarse en brazos a otro lado
o cambiar de piel o cambiarse de lugar las piernas y los brazos
-hacer algo-
todos los que
escriben tienen complejo de no hacer, no están muy seguros de que lo que
escriban tenga sentido hasta que no provocan una revolución, es decir un hecho,
lo que tiene valor es el hecho, un hecho se parece a un nudo de acciones, a mucha
gente amontonada moviendo las manos y los pies
la escritura es una sala de espera
un ejercicio hasta que llegue algo mejor
¿hasta que llegue? ¡salga a buscarlo señorita!
es que yo quisiera ser un hueso
primero ser o
sentirme (con sentirme bastaría creo) un hueso y luego salir a buscarlo
vaga vaga vaga floja
de músculo, laxa
a veces me pregunto
si no estoy exportando un sufrimiento ajeno, digo qué sería de estos renglones
si no hubiera leído a alejandra, a dostoievski, a arlt, a pessoa, a cortázar, a
vallejo y para comprenderlos hubiese asimilado su tristeza
de estas hojas no sería nada
¡ni palabra!
porque la literatura
es menos inocente de lo que se creenos prescribe, legitima la maldad, nos
autoriza, pura risa que hay ficción, es mentira, no existe la objetividad:
una vez que la herida ha sido nombrada y señalada no va a dejar de
sangrar
hasta que le echen un ejército de sanguijuelas encima
mierda mi soledad,
mierda mi hastío, mierda esta tinta verde nauseosa con que escribo
desresponsabilizarme de mi
(este es mi anhelo)
ya sé, no me digan, mal anhelo
la solidaridad me da calambre
(y se que peco al decir esto)
quisiera cinco hermanos y un novio
entonces entendería esa palabra: solidario
me animaría a estar con los otros sin pedir disculpas por hastiarme de
estar sola
niña del hueso
florido
escombros de lo que has sido
¡todos mis diablos los saludan cuando los saludo!
señores:
pasen y vean bajo mi sangre
es un placer invitarlos
es gratis
es lo único que me queda para mostrar
poder mirar poder
decir poder pensar(ce)
-yo siempre me tengo
que despertar del lado derecho (dijo alguien)
- suficiente con que
despierte y gracias, despertar ya es mucho (dije yo)
niña del hueso
florido
penas de lo que has
sido
¡me masturbo!
pasen señores pasen y vean:
mi corazón ligero
mi soledad y mi anhelo
yo lamiendo sola mi deseo
me (te) busco
en cualquier lado me
(te) busco
rascando las paredes
me (te) busco
al fondo de los
inodoros
de mi mirada me (te)
busco
heme aquí eyaculando palabras sobre mi tristeza para multiplicarla heme
con la perra esperanza que rebotando contra las paredes se agranda
con un ladrillo en la panza heme
de humo plena
de imposibilidades plagada
heme
infame, briosa, macha
(¡pónganle rejas a esta búsqueda, a esta espera infinita, a esta
nostalgia!)
rojimacilento inclítoris
presiento
rojimacilento
los otros vienen de
visita a la tristeza
yo
la habito
cada vez que toco lo
mismo toco
los límites
lo triste tenebroso
niña echa de huesos florecidos
¿qué harás con lo que has sido?
hay una enorme
esperanza al fondo
pase adorado público (se mira pero no se toca):
nalgas frías
corazón desnudo
animales saltándome a los ojos
-¿¡ pero no ven que
todo es triste, triste, terriblemente triste, no ven que puede tocarse con el
dedo la tristeza, tan palpable, material!? (digo yo)
-claro que tocamos la
tristeza, todo el tiempo o casi siempre, no por eso vamos a dejar de cantar (me
responden)
(es la mecánica del canto, a pesar mio
ha de aplicarse de inmediato, a pesar mío)
¡ay! yo quisiera saltarme
ser otra
huir de estos perros cerebrales
ya no más ya no más ya no más
poder mirar(se) poder
decir(se) poder pensar(se)
-lo que se anhela-
ancas de rana para poder saltarse
-también se anhela-
sino muerta, excitada
–lo que soy-
¡ay! híbrida tristeza
desencanto adorado
ya no pacto con vos no pacto
al final:
habrá que hacerse
invisible o destruirla o va a
desaparecer
(pero de cualquier forma es preciso atravesar la pared)
Tremendísimo... sin querer golpea mi nariz el olor a lavandina de una sala de psicopatología, y su tremendo remate
ResponderEliminar"El lenguaje
-yo no puedo más,
alma mía, pequeña inexistente,
decidíte;
te la picás o te quedás,
pero no me toques así,
con pavura, con confusión,
o te vas o te la picás,
yo, por mi parte, no puedo más".